Desde hace algún tiempo, los países de la región del Mar Báltico han unido sus fuerzas con el fin de crear una opción de crucero que integre las operaciones de los puertos y la belleza de las ciudades.
El Mar Báltico ofrece una gran variedad de destinos aún desconocidos y misteriosos, lugares de interés turístico y la posibilidad de aventuras para todos. En la región hay emocionantes historias, ricas tradiciones y una naturaleza vibrante.
Los cruceros a través del Mar Báltico permiten conocer y recorrer 10 países en un solo viaje, visitándolos en cadena en un trayecto novedoso y atractivo.
Estos trayectos en crucero, aún no han sido descubiertos por las masas, que en cuanto se den cuenta, verán que se han perdido increíbles paisajes vírgenes, ciudades modernas y otras medievales que han sido restauradas.
Las áreas campestres atraen a los amantes del aire libre y las excursiones, la pesca, el ciclismo, la natación y la vela. En el Báltico siempre hay algo para todos. Las escalas en los puertos, van introduciendo a la historia de la región, ilustrada por magníficos palacios y ciudades medievales restauradas. Imperdible son los recorridos por los museos, de clase mundial en artes escénicas, artes decorativas, tradicionales y la artesanía.
En la ruta terrestre, hay numerosos parques de atracciones, museos al aire libre, alternativas de deportes y de hacer compras.
Estocolmo es la joya del Báltico, el mejor punto para comenzar o terminar la ruta, debido a su privilegiada ubicación entre Copenhague, Dinamarca, San Petersburgo y Rusia.
Estocolmo es por lejos la mejor región, con una larga historia, espectaculares paisajes, monumentos, más afamados restaurantes y tiendas. Lo mejor de todo es la amabilidad de la gente de la ciudad, que dan la bienvenida con su calidez habitual.
También es recomendable recorrer la ruta de las islas periféricas del archipiélago a la ciudad, que son un encanto por sí mismo.