El arte Vendel, que revela una técnica refinada, con reminiscencias del arte celta y romano, pero de marcado carácter nórdico, muestra una sociedad jerarquizada, con jefes guerreros adictos a sus caballos y a sus naves, cuyo estilo influenció la posterior Era vikinga y a sus contemporáneos ingleses, como atestigua la tumba de Sutton Hoo en Anglia Oriental.
En este periodo, que es aun poco conocido, se aprecia una fuerte influencia escandinava en las islas británicas, previa a las invasiones vikingas, en el arte y la literatura, como es el caso del poema del héroe godo ya antes mencionado.
Entre los siglos VIII y XII se desarrolló en Suecia la cultura vikinga, en el comercio, con la invasión y colonización de territorios, avanzando principalmente hacia el este, hacia los territorios de los actuales Países Bálticos, Rusia y el Mar Negro.
Entre los siglos XI al XIV se produce la aparición y consolidación del Reino de Suecia con el nacimiento de los primeros reinos suecos.
Gustavo Vasa, primer rey de Suecia
En 1389 Noruega, Dinamarca y Suecia estuvieron unidos bajo un único monarca. La Unión de Kalmar fue recibida como una unión personal y no política, resistiéndose Suecia durante el siglo XV a los intentos de centralizar el poder en el rey danés, llegando a levantamientos en armas.
Suecia abandonó la Unión en 1521, cuando Gustav Eriksson Vasa, conocido como el rey Gustavo I de Suecia en 1523, reestableció la separación de la corona sueca.