Suecia posee una de las mayores expectativas de vida (80,5 años la quinta mas alta del mundo junto a España), así como una de las menores tasas de natalidad del mundo.
El país alberga al menos a 20 000 lapones o Saami indígenas y a 50 mil finlandeses de origen, los cuales constituyen las dos principales minorías étnicas.
Suecia, una nación de emigración tras la Primera Guerra Mundial, se convirtió gradualmente en una nación de inmigración a partir de la Segunda Guerra Mundial. Casi el 12% de su población ha nacido en el exterior.
Los mayores grupos de inmigrantes provienen de Finlandia, la ex Yugoslavia, Irán, Noruega, Dinamarca, Polonia y Latinoamerica, destacándose además las colonias chilena y la uruguaya.
Los finlandeses fueron el primer gran grupo que emigró a Suecia en el siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, alrededor de 70 mil niños de guerra fueron evacuados de Finlandia.
15 mil de ellos permanecieron en Suecia tras la guerra y muchos otros regresaron como adultos. Las dificultades de la posguerra en Finlandia empujó a muchos desempleados finlandeses a emigrar a Suecia, provocando un auge de la economía en las décadas de los 1950 y 1960.
Aproximadamente 400 mil finlandeses vivían en Suecia cuando la crisis energética de 1973 estalló, tras lo cual un estable comercio entre la Unión Soviética y Finlandia puso en ventaja a esta última. Desde entonces el número de suecos de origen finés ha decaído a menos de 200 mil.
Las intervenciones soviéticas para aplastar la Revolución Húngara de 1956 y la Primavera de Praga resultaron en la aparición de los primeros refugiados políticos.
Desertores estadounidenses de la Guerra de Vietnam encontraron refugio entre los suecos, así como quienes en materia de política internacional tomaron una clara postura en oposición al imperialismo, ya fuera de los Estados Unidos de América o de la Unión Soviética.
Después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile y de otras dictaduras militares sudamericanas, los refugiados políticos provenientes de esos países encabezaron las estadísticas de la inmigración en Suecia, cuya procedencia variaba desde Iraq e Irán hasta Palestina. De entre los refugiados que huyeron a Suecia durante la guerra civil en la ex Yugoslavia, 135 mil permanecían aún allí en 2001.
Actualmente la población de Suecia llega a los 9 millones de habitantes, cifra excedida oficialmente (según la Statistiska centralbyrån SCB) en septiembre de 2006.