Hay muchos hoteles raros alrededor del mundo, y aunque en los últimos dos años se han abierto varios hoteles, ninguno es tan surrealista y extravagante como el Tree Hotel.

Este hotel, tiene cinco habitaciones situadas a varios metros sobre el nivel del suelo. El hotel está colgado sobre unos pinos que tienen más de cien años de edad, y brinda vistas hacia el río Lule, cercano al pueblo de Harads, situado a unos 600 kilómetros al norte de Estocolmo.

Las cabañas, por fuera tienen un aspecto futurista, que hasta desentona con el esplendor natural de los árboles, pero no deja de ser atractivo, porque esta cabañas, tienen formas de platillo volador, cubo de espejos y hasta hay una con forma de nido de pájaros con una escalera retráctil. Hay también, un árbol dedicado al sauna, donde se puede tomar un tradicional baño de vapor a la leña.

En la fotografía que vemos aquí arriba, se puede ver una parte de este hotel. En realidad, a simple vista pareciera ser un contenedor marítimo colgado de un árbol, y lo más llamativo, es que hasta le han puesto una terraza arriba, por lo que la vista hacia los alrededores del bosque, deben hacer sentir a los visitantes como si estuvieran viviendo bajo la piel de un indígena de la selva. Estar colgado arriba de estos centenarios árboles, y respirar el aroma de sus hojas, mientras se descansa, es toda una experiencia.

Los que aman salir de copas por las noches, no deben seleccionar este lugar, que si salen, probablemente lo único que encuentren en el camino, sea un oso gigante o hasta un puma salvaje que les va a gruñir. Esta escapada es para los que les gustan los entornos naturales y tranquilos.

Vía/ Outsideonline