Las primeras referencias históricas provienen del historiador romano Tácito. En su libro De pluribus et de Origine et situ Germanorum menciona a los suecos o suiones (de sviones, svior, svear) como la tribu más poderosa de esos territorios, lo cual se confirma por evidencias arqueológicas.
Los suecos a diferencia de sus antagonistas y vecinos los godos, no participaron en las migraciones y colonización de Europa.
Indirectamente establecieron contactos con las diversas tribus germánicas y hacia fines del Imperio Romano tomaban ya parte en el comercio y el pillaje de esa caótica etapa, la cual les favoreció enormemente.
Este periodo histórico se conoce como la Edad de la Migraciones (Folkvandringstiden) y también como la edad del oro, por los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados de dicho metal.
De este periodo son también las magníficas naves de la Turba de Nydam, descubiertas en 1859 en Dinamarca, la cual según investigaciones recientes, fue elaborada con madera de árboles del sureste de Suecia. En dicho pantano se halló también una nave construida de una madera que solo se obtiene en la Suecia centro-oriental.
Visby, ciudad medieval.
El siguiente período revela una etapa conflictiva y mítica, enmarcada en la glorificada guerra entre los suecos y los godos, cuyos ecos se pueden hallar en textos tan lejanos como el poema anglosajón de Beowulf, y en las diferentes descripciones de la mítica batalla de Bravalla, principalmente en la Gesta Danicorum del historiador medieval danés Saxo Grammaticus, en el cual los suecos lograron someter a sus vecinos y eternos rivales, sin poder extinguirlos. Del mismo modo, este periodo posee muchas sorprendentes evidencias arqueológicas por su estilo y contexto, como los jinetes guerreros de Uppland y sus barcos funerarios en Vendel, nombre que se utiliza para denominar a este periodo (Era Vendel), previo a la explosión vikinga.