El Palacio de Drottningholm es uno de los más impresionantes que hay en Suecia, además de ser parte del Patrimonio Mundial nominado por la Unesco. Su fecha de construcción data del año 1600 y es su arquitectura una fiel representante del estilo europeo que imperaba en aquellos tiempos.
Los visitantes quedan admirados cuando pasan por el Pabellón Placer, el Teatro y los magníficos jardines que rodean al palacio de Drottningholm.
El prototipo de construcción del palacio es netamente francés, y su autoría se le debe al arquitecto Nicodemo Tessin, nominado por la comisión de la reina Hedvig Eleonora. Desde aquel entonces, una serie de personajes reales han pasado por ahí, dejando su huella personal.
Actualmente el Palacio es residencia de la Familia Real, que habitan en el ala sur, mientras el resto del palacio se encuentra abierto al público al igual que los jardines y demás terrenos que pueden ser visitados durante todo el año.
La decoración del palacio fue encomendada por la reina Hedvig Eleonora a destacados artistas y artesanos, que hermosearon cada rincón del lugar con una elegancia única. También se puede apreciar la decoración dejada por Gustav III en el Salón Chino.
Las visitas al palacio son guiadas o libres, y pueden tomarse en grupos o por persona individual, siendo su paseo apto para niños, adultos y ancianos. Hay también recorridos temáticos a través de este enorme lugar, decorado con ostentosa tabiquería dorada, techos tallados y murales pintados que se ven reflejados en los brillantes pisos de mármol.
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