El Museo Vasa, ubicado en Estocolmo, Suecia, es una de las principales atracciones turísticas y con toda razón, porque este museo alberga un enorme buque de guerra que se hundió en el puerto de Estocolmo durante su viaje inaugural en el año 1628.
El Vasa fue construído durante los 30 años de la guerra, entre 1618 y 1648, época en la cual Suecia perdió una docena de barcos y buques necesarios para apoyar al rey Gustavo II durante su campaña militar en el Mar Báltico.
El barco fue el más grande la historia de la flota sueca, con un cañón en su cubierta, mandado a hacer por el mismo rey. El 10 de agosto de 1628, el buque partió de enfrente del Palacio Real, con unos 130 miembros de la tripulación a bordo. A medida que el buque navegaba lentamente a través de las islas que separan a Estocolmo del mar abierto, un viento atrapó las velas, ocasionando el hundimiento del buque.
Si bien la mayoría de los tripulantes y pasajeros lograron escapar, algunos perecieron a bordo del Vasa. Durante los siguientes 50 años existieron esporádicos intentos de rescate del buque, olvidándose casi por completo para el siglo XVIII.
La historia moderna del Vasa comienza con un joven apasionado por el rescate de los barcos hundidos, interés que mantuvo hasta su vida adulta, dándose cuenta que el Mar Báltico era una mina de oro para hallar barcos naufragados, esto debido a que ningún buque supera estas salubres aguas. A comienzos de los años 50 comienza la búsqueda del Vasa, hallándose a comienzos de otoño de 1956.
Fotos: flickr