La radioactividad de Japón ya llegó a Suecia, aunque la Autoridad Europea de Seguridad dice que los niveles registrados no representan ningún peligro para la salud.
Los primeros indicios de radioactividad sobre los cielos de Suecia, se detectaron en los centros de medición de Estocolmo, Umea y Kiruna, registrándose niveles muy bajos del radioisotropo yodo 131.
Los niveles más altos se registraron en Estocolmo, pero según las autoridades, no representan ningún peligro para la población ni el medio ambiente…
Yo no me creo esto de que niveles bajos de radioactividad sean inofensivos para la gente, menos aún cuando la fuente de los estudios que analizan las muestras, pueden estar intervenidos siguiendo intereses económicos y políticos.
Si no fuera un peligro para la gente, nadie estaría preocupado de que el nivel de radioactividad está viajando a través de todo el mundo, contaminando a su paso, peces y otras formas de vida marina.
La radioactividad está contaminando el mar, la tierra y la atmósfera. Con los vientos, lo más probable es que la radioactividad se disperse a través de todo el globo, y aunque sean dosis ínfimas las que vayan llegando a cada continente, lo cierto es que el daño se producirá si o si, sobre todo ser viviente.
Aunque intenten minimizar las consecuencias del daño que provocará la radioactividad en las personas, en apenas un par de meses estoy segura que estaremos viendo cómo se gestan raras enfermedades, con mayor énfasis en la población nipona, que está prácticamente en el mismo lugar del foco de radioactividad. 20 o 30 kilómetros de distancia es algo ridículo para pensar que se está a salvo, cuando Tokyo, que está a unos 80 kilómetros de distancia, ya está recibiendo contaminación.
Vía/ Thelocal