Un fiscal sueco acusó el martes recién pasado a cuatro hombres musulmanes por tener vínculos con un movimiento islamita somalí, acusándolos de terroristas, pero la acusación sólo quedó como planificación de un asesinato, por lo que hoy es más bajo el grado de gravedad que tenía antes al asunto.
Tres de los cuatro detenidos eran suecos, todos hombres jóvenes que apenas sobrepasaban los 20 años. Después del arresto, la policía ordeno evacuar a cientos de personas del edificio donde se estaba inaugurando una feria de arte.
Los sospechosos tendrían conexiones con una milicia de Al-Qaeda, los que han amenazado al artista sueco Lars Vilks por representar al profeta Mahoma como un perro. Los agresores indicaron en un blog que asistirían a la Bienal, sin especificar cuándo.
El artista ya está amenazado de muerte y ahora se enfrenta a un intento de asesinato, o eso se cree. Por mas libertad de expresión que exista en un país, cuando existen personas y agrupaciones radicales en su modo de pensar y vivir sus ideologías, sucede esto, que se creen con derecho a quitarle la vida a otros por no compartir sus visiones y creer que un dibujo o obra de arte desprestigiara a sus dioses o personajes importantes. Cosa que en ningún caso seria así, aunque tampoco justifico la irrespetuosa representación del artista, que si bien tiene toda la libertad del mundo para pintar lo que quiera, al ser una exposición publica, el un artista público, debería pensar un poco antes todo lo que hace y en las reacciones que podría causar.