Este plato típico de la gastronomía sueca, que también es conocido bajo el nombre de albóndigas, debido a que en otros países se realiza una preparación semejante que lleva ese nombre, es uno de los que no podemos dejar de probar si visitamos este país, e incluso deberíamos degustarlo en más de una ocasión, ya que su trascendencia es tal que en las últimas décadas se han desarrollado muchas variantes regionales del mismo.
Los Kottbullar, que significa literalmente “bollos de carne”, son generalmente elaboradas con carne picada de vaca y una salsa de nata acompañada con salsa dulce de arándanos encarnados, siendo esa la receta a nivel nacional más antigua. Son realmente populares a nivel local, y las familias tienen la costumbre de comerlos sobre todo por la noche.
En los últimos años, hemos visto además una clara estrategia de llegada al mercado internacional de esta comida, por ejemplo desde que los establecimientos comerciales IKEA han incluido la misma en sus restaurantes, como plato típico sueco. Incluso, se han desarrollado una serie de eslogans para que esta comida llegue a más gente, siendo el más conocido de ellos “las albóndigas que hace mamá”.
Entre las variantes que podemos encontrar de este platillo, hay que mencionar que buena cantidad de gente prefiere que la salsa que acompaña a la carne sea espesa, mientras que otros optan por una más diluida. En el sur del país, en cambio, no es tan aceptada la inclusión de carne de cerdo en la receta, como sí sucede en el norte.
Vía: Sweden
Imagen: Bocados y Viajes