Ubicado en la ciudad de Drottningholm, uno de los parajes culturales más importantes que podemos encontrarnos en Suecia es el famoso Pabellón Chino, que forma parte de la provincia de Estocolmo, por lo que no se encuentra demasiado alejado de la capital. Además, ha sido valorado por la UNESCO como parte del Patrimonio de la Humanidad.
En cuanto a su historia, debemos destacar que en el mismo sitio donde hoy se haya el pabellón chino, antes uno podía encontrarse con un recinto similar, pero de madera, denominado entonces “träpaviljongen”, que había sido levantado en el año 1753, como parte del regalo de bodas que la entonces princesa Luisa Ulrica recibió por parte de su marido Adolfo Federico.
Sin embargo, por iniciativa de ella misma, quince años más tarde comenzaron las obras para levantar el pabellón actual en reemplazo del de madera, con un marcado estilo en rococó francés, muy de moda por la época, y algunas inspiraciones en el arte chino y oriental que le dan un carácter exótico, sobre todo en sus exteriores y fachada.
Ya si hablamos del interior del edificio, nos encontramos con que posee un diseño más rococó sueco, con una serie de pabellones internos que a su vez están conectados entre sí, y con el centro del palacio, que oficina como “hall”. El más famoso de todos ellos es el denominado “Confidencen”, una especie de comedor que posee la “table-à-confidence”, una mesa que lleva hacia el subsuelo, donde antiguamente la servidumbre preparaba las comidas.
Vía: Estocolmo
Imagen: Coronas Reales