En los suaves bordes costeros del este y oeste de Suecia languidecen puertos pesqueros y marinos, ciudades que besan la costa y balnearios que son un verdadero telón de fondo para un paisaje único y maravilloso. Frente a la costa, las islas de Gotland y Öland esperan para mostrar sus encantos ocultos.
La costa occidental del archipiélago sueco es mundialmente famoso por su paisaje virginal, además que las islas e islotes son un verdadero paraíso para los navegantes, aunque se puede acceder a ellas a través de ferry que parten en Gotemburgo, Strömstad y otras ciudades costeras. En un día de viaje se puede aprovechar para recorrer los alrededores, disfrutando de los placeres del deporte como la natación, tomar sol y pescar cangrejos en los embarcaderos o las playas pedregosas. A lo largo de la costa hay puertos de pesca y ciudades costeras con hoteles, posadas y restaurantes. Los restaurantes aquí ofrecen platos frescos con la pesca del día, es decir un manjar recién salido del mar en la mesa, nada mal para empezar bien el día.
Halland y Skane son también costas rocosas interesantes de visitar, al igual que la pintoresca península de Kullaberg y el famoso y dramático Hovs, muy cerca de Torekov. Los paisajes son famosos por las extensas millas de longitud que le rodean, además de las playas de arena blanca y las dunas que la mayoría de los visitantes se sorprende de ver por estas latitudes.
Por la costa este, hay un paradisiaco grupo de islas que se posa frente a las costas de Blekinge y Östergötland. Estos son ideales para la navegación, el piragüismo o la pesca recreacional, entregando experiencias para vivir en medio de paisajes naturales, lejos del bullicio y las multitudes.