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El sonido ensordecedor se siente mucho antes de ver lo que está sucediendo. Los gritos penetrantes provienen de los pantanos húmedos del suroeste de Suecia, que albergan una de las mayores concentraciones mundiales de aves migratorias.

El ave del que hablamos, es la Grúa Eurasia comúnmente llamada Grus grus, un pájaro de altura, color gris que pasa a través de los humedales en el extremo sur del lago Hornborga durante las primeras seis semanas de la primavera, por lo general partiendo de mediados de marzo.

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Una de cada Grúa se queda en promedio unos 12 días descansando en este lugar, la última parada de un largo viaje desde sus hogares.

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En las horas punta, unas 14.000 Grúas, que han marcado un récord de 18.500 el año pasado, pueden llegar a este lugar, ofreciendo un peculiar canto y espectáculo de danza para los visitantes que acuden cada año a ver el espectáculo.

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La danza de estas aves, no es tan evidente para las personas que no han entrenado el ojo, aunque se puede ver como se mueven y hasta vomitan en el aire estas aves a veces. Se cree que la danza de estas aves es una manera de fortalecer los lazos sociales entre sus pares.

Este espectáculo anual atrae a unos 150.000 visitantes al lago, incluyendo a turistas y observadores aficionados a las aves. La mayoría de los visitantes son suecos o de la vecina Dinamarca y Noruega, aunque también llegan visitantes desde otras latitudes.

Todos los que llegan a observar el espectáculo de las Grúas, se preguntan lo mismo: ¿Cuántas son?. La respuesta es proporcionada por un equipo de conteo de aves compuesto por 15 miembros, que se disponen en una colina cercana al lago con anteojos y un dispositivo.

Estas aves acuden al lago desde el siglo XX, atraídas por las patatas producidas en destilerías cercanas, además que es una excelente oportunidad para socializar entre ellas.

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En la década de 1950, Hornborga atraía cerca de 3.000 Grúas al año y adquirió fama y popularidad como atracción turística local. Cuando cerraron las destilerías y cambiaron los cultivos de patatas a cebada, llegaron más Grúas que antes. Esta es parte de su ruta para comer. La pregunta que me nace de todo esto es, ¿será un problema que se coman la cebada?, porque está claro que no se produce para alimentarlas a ellas, y ante este problema, alguna medida deberán estar tomando a nivel local.

Vía: google

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