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Siendo uno de los más destacados palacios reales de Suecia, el de Drottningholm adquiere especial significado, ya que se trata ni más ni menos que de la residencia de la familia real, mientras que su inconfundible estilo le ha valido para ser catalogado como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.

Hay que destacar que el mismo se encuentra ubicado en la propia ciudad de Drottningholm, dentro de la isla Lovon, en la provincia de Estocolmo, y fue construido originalmente a finales del siglo XVI, siendo hoy por hoy uno de los destinos turísticos más visitados a nivel local. Su nombre, en tanto, se lo debe a épocas del reinado de Juan III de Suecia, es decir, alrededor del año 1580. Él mismo lo mandó a construir para su esposa, la reina Catalina Jagellón.

Luego de pasar por distintas manos en los siglos siguientes, quedó abandonado y el deterioro se hizo patente durante la mayor parte del siglo XIX. Sin embargo, a comienzos del siglo XX, sufrió intensas remodelaciones, incluyendo sus sistemas de electricidad, drenaje, red de agua y calefacción; y en 1977 se acometió una mejora de sus elementos artísticos.

Por todas estas razones, desde 1981 el Palacio de Drottningholm es una de las residencias oficiales de la familia real sueca, aunque cuenta con la ventaja de que el parque es abierto al público durante todo el año. Además, cuenta con hermosos paisajes a su alrededor, de los que se ve provisto gracias a su jardín inglés y su pabellón chino.

Vía: Estocolmo
Imagen: Bodas Reales

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