El Hotel Skeppsholmen, es un hotel boutique de lujo, que se encuentra situado a tan sólo 10 minutos de Estocolmo, en la Isla de Skeppsholmen, ofreciendo 79 habitaciones en un oasis de estilo sueco, a pasos del Museo de Arte Moderno y el Museo Sueco de Arquitectura.
Este hotel, abrió sus puertas a finales del 2009, aunque esta entre medio de dos edificios históricos, que datan de 1699.

Estocolmo, durante los últimos años se ha visto invadido por el glamour, ya que el año pasado fue la glamorosa boda de la princesa de Suecia, y en los últimos años, se ha visto impregnada por el estilo de un museo de fotografía de clase mundial, un gran número de tiendas de diseño y boutiques de ropa, un restaurante con estrellas Michelin y algunos magníficos hoteles, entre los que se encuentra el Hotel Skeppsholmen.

Las habitaciones del hotel, tienen una gran sala con vista al mar, piso de madera y grandes ventanales con persianas de madera, que dan un ambiente cálido y acogedor. No puede faltar una mullida cama, un rincón de oficinas y una amplia sala de estar.

Los cuartos de baño están decorados con elementos elegantes, donde se producen misterios indescifrables, como el espejo que no se empaña con la ducha de vapor y el fregadero Boffi donde el agua se vierte sobre una piedra gris convexa en vez de una cuenca cóncava.

El Wi Fi es gratuito y confiable, y hay una sala de ejercicios donde ir a trotar o hacer pesas. El restaurante del hotel es algo lento en la atención, pero con paciencia, se puede probar los platos tradicionales suecos, como el salmón curado y las albóndigas, que son excelentes.
En la tarifa del hotel, está incluido el desayuno buffet. Los productos horneados son un punto fuerte de los suecos, y el surtido de panes no los defraudará.

Vía/ Travel.nytimes